Sistema muscular
El alcohol puede
afectar también al sistema muscular del cuerpo. Los músculos pierden su
tonicidad, se vuelven flácidos y tienen menos energía para actuar. Las fibras
musculares de muchas personas que abusan del alcohol tienen el mismo aspecto
que el de los que padecen distrofia muscular. Es normal el temblor de las manos
y dolorosos calambres musculares en brazos y piernas.
El abuso prolongado
del alcohol, y la correspondiente desnutrición, pueden dar una apariencia de
envejecimiento.
Sistema óseo
El sistema óseo
también se deteriora por el exceso de alcohol. Produce una pérdida de calcio en
los huesos que lleva a una pérdida de la densidad ósea, lo cual aumenta mucho
el riesgo de fracturas.
Las personas que
abusan del alcohol sufren fracturas con mucha más frecuencia que los no
bebedores. También lo son los dolores y las operaciones de espalda.
En el interior de
los huesos, la médula ósea produce glóbulos blancos y rojos. El alcohol inhibe
la producción de ambos, con lo que el sistema inmunológico se debilita. Con
ello aumenta mucho el riesgo de infecciones de todo tipo, también el riesgo de
anemia y el tiempo de curación de cualquier herida se alarga.
Sistema urogenital
El alcohol también
ataca el sistema urogenital. Se produce una inflamación de los riñones que
lleva a la aparición de acúmulos de grasa. Al quedar afectada la función de
filtrado de los riñones los productos de desecho se acumulan en el cuerpo,
mientras que las sustancias importantes, como las proteínas, dejan la sangre y
salen del cuerpo. La orina retenida puede causar infecciones crónicas en las
vías urinarias.
El alcohol también
puede interferir las funciones sexuales, sobre todo en los varones. El alcohol
no es un estimulante sexual sino más bien lo contrario. Como dijo Shakespeare
“la bebida provoca el deseo, pero impide su realización”. El alcohol provoca
una contracción de los testículos, lo que lleva a una disminución de las
hormonas masculinas, y puede producir impotencia.
En las mujeres el
alcohol puede producir una atrofia de los ovarios.
Encima de los
riñones hay dos pequeñas glándulas llamadas suprarrenales. Entre otras
funciones, producen hormonas femeninas en ambos sexos. Una de las funciones del
hígado en los hombres es la de eliminar estas hormonas. Si el hígado está
dañado por el abuso de alcohol no puede hacerlo, lo que lleva a que algunos
bebedores presenten características femeninas tales como perdida del vello,
flacidez, aumento del volumen del pecho y una incapacidad de funcionar
sexualmente.
Sistema Nervioso
El Sistema Nervioso
Central sufre los daños más serios que el alcohol ocasiona en el cuerpo humano.
Empieza por atacar
los centros cerebrales más complejos que controlan la conducta, el habla, la
memoria, el razonamiento, el autocontrol y el juicio.
A este daño de la
actividad cerebral le sigue una falta de control sobre los movimientos
corporales, falta de coordinación y reflejos más lentos, incluyendo el
movimiento del ojo lo que puede hacer que la visión se nuble. Por eso más de la
mitad de los accidentes de tráfico se producen por conductores que se
encuentran bajo los efectos del alcohol y que tales accidentes sean la
principal causa de muerte en la gente joven.
Más grave aún que
los efectos inmediatos de la intoxicación etílica son los daños a largo plazo
que el abuso del alcohol puede producir en el cerebro y en todo el sistema
nervioso.
Por ejemplo, la
polineuritis alcohólica es una inflamación de los nervios que causa un
hormigueo doloroso en manos y pies. Otro efecto son las pequeñas hemorragias
cerebrales progresivas y la desecación de las células cerebrales en la atrofia
cerebral.
Una persona que
depende del alcohol puede sufrir de “delirium tremens”, un trastorno cuyos
síntomas son convulsiones, ataques y terribles alucinaciones.
Las células
cerebrales, las neuronas, una vez destruidas, no vuelven a crecer.
Como conclusión:
debemos ser conscientes de que el alcohol es una droga, es un tóxico y produce
adicción.
El alcohol puede
causar daños a cualquier órgano del cuerpo, a excepción del oído.
La psicosis,
enfermedad mental grave, es más frecuente entre las personas que abusan del
alcohol que entre los que consumen otras drogas. Casi la mitad de los que
ingresan en un Psiquiátrico y un tercio de los que ingresan en cualquier
Hospital lo hacen a causa del abuso de alcohol.
Por último, el
abuso constante del alcohol puede causar la muerte.
Bernardo
Ruiz Victoria
Psicólogo
Clínico
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