jueves, 26 de febrero de 2015

Adicciones curiosas

En las últimas semanas me estoy encontrando con muchas personas que me hacen preguntas sobre adicciones a cosas peculiares como, por ejemplo, a los teléfonos móviles, a las redes sociales, a los juegos de ordenador...

De hecho me han pedido varias entrevistas en medios de comunicación o ayuda para artículos periodísticos sobre estos temas, tal y como se puede ver en la imagen que adjunto a continuación.


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Artículo publicado el 26 de febrero de 2015 en el Diario Sur, donde el psicólogo y director del
Programa Victoria, Bernardo Ruiz, analiza las adicciones a las nuevas tecnologías.
Creo que desde el punto de vista psicológico, esto es, desde la forma de pensar, sentir y actuar de la persona adicta, es muy similar el comportamiento de la persona que consume alcohol o drogas, de la que vive obsesionada por estar en contacto con las redes sociales, o enganchada a un juego en su móvil o tablet.

La persona adicta encuentra una satisfacción inmediata en la práctica de esa conducta, y esa sensación placentera a corto plazo es la principal responsable de que ese hábito se vaya fortaleciendo cada vez más y pueda llegar a ser tan potente que, en cierto modo, se apodere del control de la vida del propio sujeto.

Cuando intervienen substancias químicas - alcohol, drogas, fármacos, etc. - los propios efectos que éstas producen en el cerebro potencian aún más los circuitos neuronales responsables de activar al máximo estas sensaciones de placer inmediato, al tiempo que anulan las partes del cerebro más evolucionadas que controlan la visión a largo plazo de las cosas.

En el caso de las adicciones sin substancia, el proceso es muy similar, con la única diferencia de que no existe ese potenciador químico, pero el mecanismo conductual del reforzamiento inmediato si que existe, y en ocasiones puede ser tremendamente poderoso.

Por todo esto, a la hora de querer superar cualquier clase de adicción o dependencia, es necesario que el paciente haga una terapia que le ayude a entender, con la parte más racional de su cerebro, las trampas de la adicción. Es la única manera de retomar el control de su propio comportamiento y liberarse de la dependencia que se ha ido generando poco a poco.

En definitiva, la terapia para superar la adicción tiene mucho que ver con un proceso de aprendizaje. No solo de tipo intelectual, sino sobre todo de tipo emocional, para poder salir del laberinto de mentiras que genera la conducta adictiva y, como siempre digo, aprender a vivir libre de adicciones.



Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico