Es este
día en el que muchas personas están llevando a cabo una huelga general como
protesta por una serie de cosas con las que no están de acuerdo, yo quiero
proponer otro tipo de huelga para mañana, porque como todos los años, el 15 de
noviembre se celebra el llamado Día sin Alcohol.
Yo quiero
proponer una huelga de vasos caídos a todas las personas a las que el alcohol
no ha causado nunca daño. A todos aquellos que toman un trago de vez en cuando,
o lo hacen con moderación.
Porque si
llevas a gala el hecho de consumir un poco de alcohol sin padecer consecuencias
negativas, bien puedes dejar un día en blanco, aunque solo sea para demostrarte
a ti mismo que puedes hacerlo, que no has convertido la costumbre de beber
alcohol en una necesidad imperiosa en tu vida, y que puedes disfrutar de tu día
sin alcohol con toda naturalidad.
También
puedes hacerlo como muestra de solidaridad hacia las personas que han visto que
beber alcohol se había convertido en una mala costumbre en su vida y se han
propuesto dejarlo atrás. Haz por ellos un brindis de salud y comparte aunque sea
por un día su vida de sobriedad.
Pero
sobre todo quiero proponer un día más de vasos caídos a todas las personas que
en su día tomaron la decisión de dejar el alcohol atrás, porque fueron conscientes
de que la adicción se había empezado a apoderar de su vida y de su bienestar y
fueron valientes para tomar la decisión correcta y aprender a vivir sin
alcohol.
Me dirijo
especialmente a todos los que han sido pacientes míos en el Programa Victoria,
a los que deseo con toda emoción un feliz día sin alcohol, uno más dentro de
una sucesión infinita de ellos que espero vivan con alegría, salud y bienestar.
Y también
a todas las personas que a través de otros métodos terapéuticos han optado por
una vida de sobriedad.
Un día
sin alcohol puede parecer muy poco, pero teniendo en cuenta que el único día
del que disponemos en nuestra vida es el de hoy, hacer de él nuestro día sin
alcohol es vivir por un día libres de adicciones, vivir plenamente y sin
anestesia lo bueno y lo malo que la vida nos ofrezca y hacerlo con total
consciencia y responsabilidad.
Y mañana
será otro día. Otro hoy, que podrás convertir también en tu día sin alcohol
para que siga siendo un día a día saludable, positivo y en libertad.
Felicidades.
Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico
www.programavictoria.com
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