martes, 24 de septiembre de 2013

Miedo a las recaídas

Hace unos días me llegó una consulta por e-mail de una persona que no conozco y que me cuenta que lleva ya más de dos años sin beber y acudiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos.

Su preocupación es que se siente agobiado por la constante referencia que escucha en las reuniones de que si deja de acudir a ellas va a recaer inevitablemente y que la única solución para mantener la sobriedad es seguir acudiendo de por vida a reuniones de AA.

Esta es una de las creencias que están muy extendidas en los grupos de autoayuda, tales como Alcohólicos Anónimos y también en Alcohólicos Rehabilitados y otras entidades similares.

Se trata, como digo, de una creencia basada en que en muchas ocasiones sucede eso. Cuando una persona que ha estado un tiempo participando en reuniones de AA deja de ir es porque ha vuelto a beber, o bien es el preludio de una recaída.

El error, en mi opinión, está en sacar la conclusión de que hay una relación de causa y efecto entre ambos hechos, y más aún, que es la única causa.

Muchas personas han dejado el alcohol sin acudir en su vida a una reunión. Han podido hacerlo con ayuda médica, psicológica, o tal vez siguiendo programas terapéuticos diferentes de los doce pasos de Alcohólicos Anónimos, que también existen.

Yo mismo tengo la experiencia de casi treinta años de trabajo con el Programa Victoria, en el que nuestros pacientes aprenden a vivir sin alcohol sin necesidad de acudir a reuniones de autoayuda de ninguna clase.

Aunque no tengo nada en contra de que lo hagan y siempre les animo a que al menos vayan una vez para conocer de qué se trata y valorar si les puede servir de ayuda, el caso es que solo aquéllos que ya conocían previamente AA o AARR encuentra positiva la participación en tales reuniones.

Y no por eso recaen más que los demás, sino todo lo contrario.

Lo malo, en mi opinión, es fomentar el miedo a la recaída, o más bien la superstición de que uno “necesita” seguir yendo a reuniones o de lo contrario volverá a beber o a drogarse. Al repetir una y otra vez ese mensaje, en la mente de muchas personas se convierte en una programación mental que actúa en su subconsciente de modo que, si por alguna razón dejan de acudir a reuniones, acaban recayendo.

Es como una profecía autocumplida. Como me he creído, a fuerza de escucharlo, que voy a recaer si dejo de venir, si alguna vez las circunstancias de la vida me llevan a dejar de ir a reuniones acabo cayendo en aquello que he llegado a considerar como inevitable.

Creo que esa es una mala interpretación del fondo del programa de los doce pasos, que busca la liberación del sujeto de su adicción. Bien es cierto que la adicción no se elimina nunca y que el riesgo de la recaída es un peligro latente que siempre está ahí, pero fomentar el miedo y condicionar la sobriedad a la asistencia a reuniones es simplemente una superstición que no deberíamos fomentar los terapeutas que trabajamos en estos campos.

La libertad es lo que pierde el adicto, y recuperarla significa aprender a valerse por sí mismo para evitar las recaídas. Las reuniones pueden ser una ayuda, y muchas veces lo son, pero nunca deberían presentarse como la única solución, ya que simplemente no es cierto.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

jueves, 12 de septiembre de 2013

Volver a empezar

Después de unos días de vacaciones nos reincorporamos de nuevo a la vida cotidiana y empezamos con una alegría.

Uno de nuestros pacientes cumple cinco años desde que hizo el Programa Victoria con nosotros y nos ha escrito un mensaje muy hermoso en el que relata cómo ha cambiado su vida desde que se decidió a dejar el alcohol.

A mi me ha hecho recordar lo mal que estaba este hombre la primera vez que lo vi, el sufrimiento que había pasado su esposa hasta que él se decidió a pedirnos ayuda. Para colmo ella es médico y se sentía doblemente impotente al no ser capaz de ayudar a su marido a superar sus adicciones.

En cambio ahora ambos han recuperado la ilusión de vivir, se han construído una casa nueva, han celebrado la boda de su único hijo, y están disfrutando de la vida libre de adicciones.

Cuando recibimos estos testimonios, aparte de la gran alegría que nos embarga, nos entra también una cierta tristeza, al menos a mi me sucede, por todas las personas que están todavía esclavizadas por su adicción, y que no se han decidido aún a dar el paso definitivo para liberarse de ella.

Espero que en este nuevo curso ayudemos a muchos más a conseguirlo.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

martes, 10 de septiembre de 2013

Estrenamos página web

Después de unas merecidas vacaciones, hemos tenido unas semanas de intenso trabajo en las que hemos empezado nuevos proyectos para el Programa Victoria.

La primera de ellas, y la que queremos dar a conocer hoy, es la nueva web www.programavictoria.com, una página mucho más visual, moderna e intuitiva en la que podréis informaros de todos los servicios que ofrecemos, adquirir el libro de nuestro psicólogo Bernardo Ruiz, titulado "Objetivo Libertad: Hoja de ruta para salir del laberinto del alcohol", o conocer al detalle en qué consisten nuestros cursos de relajación.

Pronto volveremos con las entradas semanales, mientras tanto, os recomendamos visitar la web y que nos dejéis vuestra opinión!


jueves, 8 de agosto de 2013

Si conduces, no bebas

Desde hace muchos años el tema de beber alcohol y conducir se está poniendo cada vez más serio. No es para menos, ya que el alcohol es la causa directa de alrededor de la mitad de los accidentes mortales en la carretera, lo que es un número terrible.

Cada vez más las leyes se endurecen para tratar de evitar esta clase de siniestros y me parece muy bien. Es más, yo he observado que para algunos de mis pacientes, el hecho de verse sancionados por alcoholemia, aún sin haber tenido accidentes, la consiguiente multa y a veces la perdida del permiso de conducir, ha sido un elemento motivador para darse cuenta de que tenían un problema con el alcohol y eso les ha ayudado a tomar la decisión de ponerse en tratamiento.

Nunca sabremos cuántas vidas se han salvado al evitar accidentes producidos por conductores en estado de embiraguez, ni cuántas personas han sido rehabilitadas de su adicción precisamente porque su alcoholemia les ha hecho reflexionar y cambiar.

Hoy, que estamos en agosto, las carreteras están llenas y mucha gente de vacaciones puede caer en el error de beber y conducir, creo que es un buen momento para comentar este asunto.

Además, aunque no conduzcas, beber en exceso nunca es bueno. Y al exceso se llega enseguida, sin darse uno ni cuenta.

Feliz verano a todos.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

jueves, 1 de agosto de 2013

Optimismo

En estos días he estado trabajando con un nuevo grupo de pacientes haciendo el Programa Victoria, y al ver con ellos algunos documentales que utilizamos como material terapéutico hemos reflexionado sobre un tema que resulta recurrente en muchos de ellos.

Resulta que hay personas que han estado en tratamientos prolongados, tal vez de varios meses de duración, y que a la hora de reincorporarse a la vida cotidiana lo hacen llenos de miedo y de inseguridad. También se ve a terapeutas que dudan de la capacidad de mantenerse en abstinencia los pacientes que están tratando.

Es sorprendente la visión tan pesimista que se transmite muchas veces acerca de los tratamientos para la adicción, y para el alcoholismo en particular. Se presentan las recaídas como algo inevitable y se induce a los pacientes a estar siempre atemorizados y recordando su pasado para seguir sin beber.

En el Programa Victoria tenemos una actitud muy diferente. Nuestros pacientes, tras diez días de terapia, salen cargados de optimismo y de confianza en su capacidad de mantenerse libres de adicción. Y los terapeutas que lo llevamos a cabo estamos convencidos de que es posible, y es fácil, salir de la adicción.

Si no creemos en nosotros mismos y en las terapias que aplicamos, mal podemos ayudar a nuestros pacientes a salir adelante. Por eso considero fundamental transmitir confianza y optimismo, para ayudarlos a sentirse, y ser, capaces de evitar las recaídas y llevar una vida equilibrada y libre de adicciones.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

jueves, 25 de julio de 2013

La ley de la gravedad

Hay leyes de la naturaleza que no podemos cambiar, están ahí queramos o no, podemos aceptarlas o ignorarlas, pero no podemos sustraernos a sus efectos.

Por ejemplo la ley de la gravedad. Si yo sostengo un objeto en mi mano y lo suelto, el objeto caerá irremediablemente hasta el suelo. Y si lo recojo de nuevo y lo vuelto a soltar, volverá a caer. Una y otra vez, invariablemente. La ley de la gravedad es la explicación. La atracción que la masa del planeta Tierra ejerce sobre el objeto hace que caiga. No hay alternativa.

Si yo sujeto el objeto con una cuerda desde el techo puedo evitar que caiga, pero en el momento en que corte la cuerda volverá a caer. No podemos evitar el efecto de la gravedad. Así es la vida.

Para un adicto existe también una variante de la ley de la gravedad que es igual de cierta y segura, aunque muchas veces queramos ignorarla o desconocerla.

Si una persona adicta se mantiene abstinente, si no consume, es como cuando tenemos el objeto atado al techo con la cuerda. No se caerá. Pero en el momento en que se vuelva a repetir la conducta adictiva, si se vuelve a consumir, la adicción volverá a actuar y a llevar al sujeto a reproducir los mismos comportamientos y a tener los mismos problemas, si no peores.

Aunque pase mucho tiempo uno sin consumir, no por ello desaparece la "ley de la gravedad" del adicto. Es como el objeto que tenemos atado. Aunque esté sujeto muchos años, el día que lo soltemos se caerá.

Cuesta mucho aceptar esto, porque parece que nuestra tendencia a creernos capaces de cualquier cosa nos lleva a ponernos en peligro de nuevo y a olvidar que la adicción sigue ahí, en lo profundo del cerebro, y que se puede reactivar en cualquier momento.

Es tarea de los terapeutas enseñar a nuestros pacientes a comprender esto, interiorizarlo y así, poder liberarse de la adicción y vivir sin beber, o sin otras drogas, con toda naturalidad y alegría.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

www.programavictoria.com

martes, 23 de julio de 2013

Gracias

Gracias.

Con esas seis letras, el equipo que compone el Programa Victoria quiere agradecer a todos aquellos que, desde hace varios meses, visitáis este blog semana tras semana para conocer un poco más el día a día de nuestro psicólogo, Bernardo Ruiz, resolver algunas dudas relacionadas con el consumo de drogas y descubrir los detalles de nuestro tratamiento para superar la dependencia del alcohol, un tratamiento que ayer lunes se inició de nuevo con unos alumnos únicos que tienen muchísimas ganas de recuperarse y poder retomar su vida normal, sin los problemas que conlleva el consumo excesivo de alcohol, tanto para ellos mismos como para sus amigos y familiares.


Sin vosotros y vuestro apoyo no seríamos nada.


El equipo del Programa Victoria.