jueves, 13 de febrero de 2014

Evasión o Victoria

Tomo prestado el título de esta famosa película que narra la evasión de unos prisioneros de guerra durante la II Guerra Mundial para ilustrar el tema que hoy quiero tratar.

Detrás del consumo adictivo de alcohol, y de otras drogas, suele haber un componente de “evasión”. Uno busca reducir el sufrimiento que le producen determinadas circunstancias de su vida mediante el efecto anestesiante que tiene el alcohol. De ese modo parece que los problemas se resuelven, o al menos dejan de estar presentes durante un rato.

Es lo que la tradición de la lengua española llama “ahogar las penas en alcohol” o “beber para olvidar” o tantos otros refranes y frases hechas que hacen referencia a lo mismo. Uno bebe para sacudirse de encima el dolor que siente.

El problema es que el método no funciona. Las penas salen de nuevo a la superficie después de sumergirlas en un baño etílico, y además suelen volver reforzadas y aumentadas, por ejemplo con una buena resaca, o con una nueva acción que lamentar (un accidente, una discusión, una multa de tráfico, un descuido en el trabajo, etc.), con lo que la “evasión” no ha sido al final sino dar una vuelta en círculo para llegar al mismo sitio, pero en peores condiciones.

Lo que hay que buscar es un método que conduzca a la Victoria. En lugar de evadirse de los problemas es mejor afrontarlos, aprender a manejar los estados de ánimo negativos que son la causa de tanto sufrimiento emocional, aprender a superar las situaciones que nos generan ansiedad, temor, inseguridad, falta de autoestima o cualquier otra cosa que sea lo que en el fondo acaba desencadenando esos sentimientos de los que nos queremos “evadir” anestesiando nuestros sentidos con el alcohol o las drogas.

Y para esa Victoria muchas veces es necesario invertir tiempo, paciencia, constancia, y casi siempre es necesaria también la ayuda profesional de un psicólogo experto que nos enseñe a encontrar el camino de la verdadera liberación.

Como los protagonistas de la película citada, necesitamos motivación, constancia, determinación, valentía y entrenamiento para lograr la Victoria. Solo entonces estaremos de verdad evadidos de la prisión de la adicción, es decir, victoriosos y liberados. 


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

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