El los últimos meses he tenido varias recaídas
de pacientes que son brillantes intelectualmente, personas respetadas
socialmente, profesionales con éxito en su campo, con cargos importantes, y que
sin embargo, recaen una y otra vez en su adicción al alcohol.
Muchas personas tienden a pensar que la persona
adicta es débil de carácter, poco inteligente y que en cierto modo no se
esfuerza lo suficiente para superar su problema.
Pero cuando ves a personas que han aprobado una
de las oposiciones más difíciles que podamos imaginar, que hablan varios
idiomas, que dirigen empresas, que innovan y crean patentes, y que se
desenvuelven en el mundo profesional con todo éxito, pero que recaen en su
adicción una y otra vez, te preguntas por qué.
Al menos yo me lo pregunto. Y reflexionando
sobre mi experiencia profesional en este campo creo que hay un factor muy
relevante que afecta a todos los adictos, pero sobre todo a este tipo del que
hablo hoy. Y es la sensación de ser más listo que los demás.
Esta sensación de que ya han comprendido su
problema, y que por tanto no van a volver a caer en lo mismo, les lleva
precisamente a la recaída por falta de humildad, por pasarse de listos, por
creer que van a ser capaces de subvertir las leyes de la naturaleza con su amplia
inteligencia. Y no es así.
Superar la adicción es tan simple que resulta
muy complejo a veces. Se trata de evitar la conducta que reiteradamente te ha
creado problemas, beber alcohol principalmente, y dejar de jugar a ser más
listo que nadie tratando de "controlarse", "moderarse", o
limitar sus efectos negativos de una u otra forma.
En definitiva, hay que tener la humildad
suficiente como para reconocerse a uno mismo sus limitaciones, aceptarlas, y
vivir con alegría libre de adicciones.
No siempre es fácil.
Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico
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