viernes, 5 de octubre de 2012

Efectos del Alcohol en el cuerpo humano (II)

Sistema muscular

El alcohol puede afectar también al sistema muscular del cuerpo. Los músculos pierden su tonicidad, se vuelven flácidos y tienen menos energía para actuar. Las fibras musculares de muchas personas que abusan del alcohol tienen el mismo aspecto que el de los que padecen distrofia muscular. Es normal el temblor de las manos y dolorosos calambres musculares en brazos y piernas.

El abuso prolongado del alcohol, y la correspondiente desnutrición, pueden dar una apariencia de envejecimiento.




Sistema óseo

El sistema óseo también se deteriora por el exceso de alcohol. Produce una pérdida de calcio en los huesos que lleva a una pérdida de la densidad ósea, lo cual aumenta mucho el riesgo de fracturas.

Las personas que abusan del alcohol sufren fracturas con mucha más frecuencia que los no bebedores. También lo son los dolores y las operaciones de espalda.

En el interior de los huesos, la médula ósea produce glóbulos blancos y rojos. El alcohol inhibe la producción de ambos, con lo que el sistema inmunológico se debilita. Con ello aumenta mucho el riesgo de infecciones de todo tipo, también el riesgo de anemia y el tiempo de curación de cualquier herida se alarga.


Sistema urogenital

El alcohol también ataca el sistema urogenital. Se produce una inflamación de los riñones que lleva a la aparición de acúmulos de grasa. Al quedar afectada la función de filtrado de los riñones los productos de desecho se acumulan en el cuerpo, mientras que las sustancias importantes, como las proteínas, dejan la sangre y salen del cuerpo. La orina retenida puede causar infecciones crónicas en las vías urinarias.

El alcohol también puede interferir las funciones sexuales, sobre todo en los varones. El alcohol no es un estimulante sexual sino más bien lo contrario. Como dijo Shakespeare “la bebida provoca el deseo, pero impide su realización”. El alcohol provoca una contracción de los testículos, lo que lleva a una disminución de las hormonas masculinas, y puede producir impotencia.

En las mujeres el alcohol puede producir una atrofia de los ovarios.

Encima de los riñones hay dos pequeñas glándulas llamadas suprarrenales. Entre otras funciones, producen hormonas femeninas en ambos sexos. Una de las funciones del hígado en los hombres es la de eliminar estas hormonas. Si el hígado está dañado por el abuso de alcohol no puede hacerlo, lo que lleva a que algunos bebedores presenten características femeninas tales como perdida del vello, flacidez, aumento del volumen del pecho y una incapacidad de funcionar sexualmente.


Sistema Nervioso

El Sistema Nervioso Central sufre los daños más serios que el alcohol ocasiona en el cuerpo humano.

Empieza por atacar los centros cerebrales más complejos que controlan la conducta, el habla, la memoria, el razonamiento, el autocontrol y el juicio.

A este daño de la actividad cerebral le sigue una falta de control sobre los movimientos corporales, falta de coordinación y reflejos más lentos, incluyendo el movimiento del ojo lo que puede hacer que la visión se nuble. Por eso más de la mitad de los accidentes de tráfico se producen por conductores que se encuentran bajo los efectos del alcohol y que tales accidentes sean la principal causa de muerte en la gente joven.

Más grave aún que los efectos inmediatos de la intoxicación etílica son los daños a largo plazo que el abuso del alcohol puede producir en el cerebro y en todo el sistema nervioso.
Por ejemplo, la polineuritis alcohólica es una inflamación de los nervios que causa un hormigueo doloroso en manos y pies. Otro efecto son las pequeñas hemorragias cerebrales progresivas y la desecación de las células cerebrales en la atrofia cerebral.

Una persona que depende del alcohol puede sufrir de “delirium tremens”, un trastorno cuyos síntomas son convulsiones, ataques y terribles alucinaciones.

Las células cerebrales, las neuronas, una vez destruidas, no vuelven a crecer.

Como conclusión: debemos ser conscientes de que el alcohol es una droga, es un tóxico y produce adicción.

El alcohol puede causar daños a cualquier órgano del cuerpo, a excepción del oído.
La psicosis, enfermedad mental grave, es más frecuente entre las personas que abusan del alcohol que entre los que consumen otras drogas. Casi la mitad de los que ingresan en un Psiquiátrico y un tercio de los que ingresan en cualquier Hospital lo hacen a causa del abuso de alcohol.

Por último, el abuso constante del alcohol puede causar la muerte.


Bernardo Ruiz Victoria
Psicólogo Clínico

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